La diversidad –en todos sus ámbitos- está ganando espacios. Ejemplo de ésto es que nuevas iniciativas están apuntando a generar un intercambio turístico y comercial más productivo. Se preguntarán…¿de qué estoy hablando?
Quiero referirme a la reciente creación de la Cámara de Comercio y de Turismo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) y Diversidad de Chile, la cual reúne a empresarios pequeños, grandes o medianos, con el fin de mejorar la productividad, calidad y competitividad de sus negocios y un compromiso con la diversidad en nuestro país.
Así también, pretende brindar herramientas para su desarrollo, fomento de buenas prácticas, redes de apoyo y comercialización de sus productos y servicios a nivel nacional e internacional, además de impulsar y vigilar las políticas y regulaciones en materia laboral y comercial que favorezcan los intereses de la comunidad LGBT.
Así bien, el Turismo en el mundo está en crecimiento y claramente tener una estrategia dirigida a este segmento permite ampliar los espacios de beneficios para el desarrollo de la industria local. Así por ejemplo, el Informe Mundial del Turismo LGBT, indica que, al menos en Estados Unidos, esta industria generó más de US$1.3 trillones el año 2010 y que para Holanda, este turismo generó alrededor de US$165 billones el año 2012.
Iniciativas como éstas nos demuestran que hoy los países no sólo se concentran en eliminar sus fronteras comerciales sino que además, sus fronteras de prejuicios. Ya que al eliminar estas fronteras, se convierten en países más amables, más respetuosos y también más competitivos.
Más amables y más respetuosos por reflejar además la seguridad institucional y regulatoria que existe en relación con la población LGBT en este país.
Más competitivos, porque permite desarrollar estrategias de negocios que sean capaces de reconocer diferentes segmentos e intereses, además de lograr identificar a consumidores y, por tanto, permitir a Chile ser un país más atractivo.
Existen múltiples ejemplos y estudios de gobiernos que apoyan este tipo de iniciativas como en Brasil, España, Estados Unidos, Canadá, Sud África, Uruguay y Argentina, entre otros.
Todos estos países han destacado las ventajas económicas y competitivas de este tipo de iniciativas, porque además, paralelamente, quieren destacarse como países más inclusivos y respetuosos de la diversidad.
Hoy, nuestro desafío es ser más productivos como país y las distintas formas organizativas e incluyentes como la Cámara de Comercio LGBT, aportan directamente a la diversificación productiva de nuestra economía y a la atracción de inversiones en mercados que aún falta desarrollar.
Porque la inclusión y el respeto por la otra persona son valores que nuestro Gobierno releva, y difunde como fines a perseguir y a no abandonar, porque creemos que así somos mejores personas y construimos desarrollo pero con MAYÚSCULA.
Porque el crecimiento y el desarrollo no son sólo cifras, el desarrollo supone sociedades que apuntan al crecimiento, pero a un crecimiento inclusivo, que permite que las sociedades crezcan cultural y económicamente, donde se valora a toda persona en sus legítimas diferencias, opciones, visiones, religiones, apariencias y convicciones.
La creación de esta Cámara es una gran oportunidad para nuestro país, ya que nos estamos sumando a una tendencia mundial en perspectiva económica, y porque también abre espacios a una economía y a una sociedad que respeta y promueve la libertad en todas sus formas.